jueves, 3 de julio de 2014

Criatura imaginaria, ficticia, mitológica, fantástica, fabulosa, misteriosa o legendaria son denominaciones que se dan a distintos seres presentes en la mitología de distintas civilizaciones o en leyendas más o menos tradicionales del folclore o la cultura popular; con independencia de su carácter sobrenatural o no, o de la creencia en la realidad de su existencia, que solía ser común, incluso entre las personas instruidas, en la época anterior a la Ilustración.

Muchas criaturas míticas son híbridas, quiméricas o teriomorfizadas: combinación de dos o más animales o con el ser humano. Pegaso, Quetzalcoatl, Kukulkán, los distintos tipos de dragones y grifos, la esfinge y la propia quimera reúnen partes de distintos animales; el centauro, la parte superior de un hombre y el cuerpo de un caballo; el minotauro, el cuerpo de un hombre y la cabeza de un toro; los sátiros, la parte superior de hombre y la inferior de cabra; las sirenas, la parte superior de mujer y la inferior de pez; el lamasu o kirubi, partes de distintos animales con cabeza humana. No siempre existía la intención de entender tales combinaciones como la yuxtaposición literal de partes de distintas especies.

Algunas se basaron en criaturas reales (animales, vegetales o incluso razas humanas o costumbres de pueblos) percibidos como monstruos inconcebibles por viajeros de otras culturas, cuyas confusas historias, tergiversadas por múltiples pasos intermedios, terminaban por acuñar una nueva especie imaginaria en los textos de la literatura clásica, en el Libro de los millones de Marco Polo, en el Voyage autour de la Terre de Jean de Mandeville, o en los múltiples bestiarios medievales: el cordero vegetal de Tartaria (supuestamente un cordero que crecía atado a la tierra, que en realidad provenía de la descripción de Cibotium barometz, un tipo de helecho), el unicornio (que se construyó a través de testimonios indirectos de rinocerontes y narvales, y del comercio de sus cuernos), las amazonas (pueblo de mujeres sin hombres), los donestres, los cinocéfalos, los blemias o los sciápodas (antropófagos, hombres con cabeza de perro, con la cabeza en el pecho o con un solo y gigantesco pie). Por falta de vocabulario morfológico, los eruditos y viajeros medievales intentaban describir animales inusuales mediante la comparación punto por punto con otros que les resultaban familiares: a la jirafa se la llamó camelopard (al compararla con la forma del camello y las manchas del leopardo); el nombre del propio leopardo (mantenido a pesar de la inexactitud zoológica de su etimología, que produce una fuerte confusión taxonómica) se debe a haberlo imaginado mezcla de león (leo en latín) y pantera (pardus en latín).
Todos estos seres, al quedar muy definidos por su corporeidad, se distinguen notablemente de otro tipo de personajes mitológicos definidos por su carácter más espiritual (divinidades, ángeles, demonios, dioses y criaturas feéricas -hadas, duendes, etc).

Dragón

El dragón (del latín draco, y éste del griego δρακων, drakon, ‘víbora’ o ‘serpiente’) es un animal mitológico que aparece en diversas formas en varias culturas de todo el mundo, con diferentes simbolismos asociados.

Las interpretaciones más familiares de dragones son los Dragones europeos, derivados de la tradición popular y de la mitología de Grecia y Próximo Oriente, y también las de Dragones orientales. La palabra dragón deriva del griego δράκων (drákōn), "dragón, serpiente de gran tamaño, o serpiente de agua", que probablemente venga del verbo 
dragon

Fenix

El ave Fénix o Phoenix, como lo conocían los griegos, es un ave mitológica del tamaño de un águila, de plumaje rojo, anaranjado y amarillo incandescente, de fuerte pico y garras. Se trataba de un ave fabulosa que se consumía por acción del fuego cada 500 años, para luego resurgir de sus cenizas. Según algunos mitos, vivía en una región que comprendía la zona del Oriente Medio y la India, llegando hasta Egipto, en el norte de África. Muy presente en la poesía árabe (En árabe: العَنْقَاء Al- Anka).

Grifo

El grifo (griego γρυφος gryphos, persa شیردال‌ shirdal, ‘león-águila’) es una criatura mitológica, cuya parte superior es la de un águila gigante, con plumas doradas, afilado pico y poderosas garras. La parte inferior es la de un león, con pelaje amarillo, musculosas patas y cola.

Kraken

El Kraken es una criatura marina de la mitología escandinava y finlandesa descrita comúnmente como un tipo de pulpo o calamar gigante que, emergiendo de las profundidades, atacaba barcos y devoraba a los marinos. La leyenda puede realmente haberse originado de avistamientos de calamares gigantes reales que tendrían estimadamente de 13 a 15 metros de largo, incluyendo los tentáculos.
kraken

Cancerbero

En la mitología griega, Cerbero (en griego Κέρβερος Kérberos, ‘demonio del pozo’), también conocido como Can Cerberos, era el perro de Hades, un monstruo de tres cabezas, con una serpiente en lugar de cola.

Cerbero guardaba la puerta del Hades (el inframundo griego) y aseguraba que los muertos no salieran y que los vivos no pudieran entrar. Era hijo de Equidna y Tifón, y hermano de Ortro. La existencia de un perro infernal en la entrada de los infiernos parece que ya estaba presente en la mitología indoeuropea original, pues aparece en los mitos de otros pueblos indoeuropeos, como es el caso del perro ensangrentado Garm en la mitología escandinava
cancerbero

Hidra

En la mitología griega, la Hidra de Lerna (en griego antiguo Λερναία Ὕδρα) era un antiguo y despiadado monstruo acuático ctónico con forma de serpiente policéfala (cuyo número va desde 3 o 5 hasta 100 e incluso 10.000 según la fuente) y aliento venenoso (Higino, 30) a la que Heracles mató en el segundo de sus doce trabajos. Su guarida era el lago de Lerna en el golfo de la Argólida (cerca de Nauplia), si bien los arqueólogos han confirmado que este lugar sagrado es anterior incluso a la ciudad micénica de Argos, pues Lerna fue el lugar del mito de las Danaides. Bajo sus aguas había una entrada al Inframundo que la Hidra guardaba.[1]

La Hidra era hija de Tifón y la Equidna. Fue criada por Hera bajo un plátano cerca de la fuente Amimone en Lerna. Se decía que era hermana del León de Nemea y que por ello buscaba venganza por la muerte de éste a manos de Heracles. Por esto se decía que había sido elegida como trabajo para Heracles, de forma que éste muriese. También tenía siete cabezas y si se le cortaba una dos más se regeneraban de la herida.
hidra

 Minotauro

El Minotauro (del griego Μινόταυρος, Minótauros), era un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro. El mito tiene su versión más completa en la Biblioteca mitológica de Apolodoro.[1] Su nombre significa "Toro de Minos", y fue concebido de la unión entre Pasífae y un magnífico toro con motivo de una afrenta divina. Fue encerrado en un laberinto diseñado por el artífice Dédalo, hecho expresamente para retenerlo,[2] ubicado probablemente en la ciudad de Cnosos en la isla de Creta. Por muchos años, hombres y mujeres eran llevados al laberinto como sacrificio para ser el alimento de la bestia hasta que la vida de ésta terminó en manos del héroe Teseo

minotauro

Pegaso

Pegaso nació de la sangre derramada por Medusa cuando Perseo le cortó la cabeza. Suele representarse en blanco o negro y tiene dos alas que le permiten volar. Una característica de su vuelo es que cuando lo realiza, mueve las patas como si en realidad estuviera corriendo por el aire.

Según las fuentes clásicas, Perseo no llegó a volar montado a Pegaso, puesto que lo hacía gracias a unas sandalias aladas, sin embargo, muchos artistas renacentistas lo representaron volando en este caballo
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Escila

En la mitología griega, Escila (en griego Σκύλλα) era un monstruo marino, que anteriormente había sido una hermosa ninfa hija de Forcis y Hécate.
Escila es descrita como un monstruo con torso de mujer y cola de pez, así como con seis perros partiendo de su cintura con dos patas cada uno, haciendo un total de doce; según otras versiones, sería un ser con seis largos y serpentinos cuellos con cabezas grotescas, mientras que sus doce patas serían de otra naturaleza; finalmente, según otras fuentes, compartiría algo de ambas descripciones. Sin embargo, se dice siempre que poseía en cada cabeza tres apretadas hileras de afilados dientes, así como que emitía un aullido similar al de un perro.
Este ser habitaba en un estrecho paso marítimo, en el lado opuesto a su contraparte Caribdis. Los lados del canal estaban dentro del alcance de una flecha, de modo que los barcos que intentasen evitar a Caribdis deberían acercarse a Escila, y viceversa. Con el tiempo fue transformada por los dioses en una roca, aún existente, que suponía graves peligros para los navegantes.
Esta figura mitológica aparece en las aventuras de Odiseo.
escila

Sirena

Las sirenas (en griego antiguo, Σειρήν Seirến, ‘encadenado’, seguramente inspirado en el sánscrito Kimera, ‘quimera’) son seres fabulosos, originarios de la mitología griega y ampliamente extendidos en las narraciones fantásticas de la literatura occidental, cuya función y representación han variado con el tiempo.

Aunque en su forma original eran seres híbridos de mujer y ave, posteriormente la representación más común las describe como mujeres jóvenes con cola de pez. Es por ello que en muchas lenguas no latinas distinguen la sirena original clásica (inglés siren, alemán Sirene) de la sirena con cola de pez (inglés mermaid, alemán Meerjungfrau).
sirena

Medusa

En la mitología griega, Medusa (en griego antiguo Μέδουσα Médousa, ‘guardiana’, ‘protectora’)[1] era un monstruo ctónico femenino, que volvía de piedra a aquellos que la miraban. Fue decapitada por Perseo, quien después usó su cabeza como arma[2] hasta que se la dio a la diosa Atenea para que la pusiera en su escudo, la égida. Desde la antigüedad clásica, la imagen de la cabeza de Medusa aparece representada en el artilugio que aleja el mal conocido como Gorgoneion.
medusa

titanes

En la mitología griega, los Titanes —masculino— y Titánides —femenino— (en griego antiguo Τιτάν, plural Τιτᾶνες) eran una raza de poderosos dioses que gobernaron durante la legendaria edad dorada.
titanes.

 Unicornio

El unicornio es una criatura mitológica representada habitualmente como un caballo blanco, con patas de antílope, barba de chivo, y un cuerno en su frente. En las representaciones modernas, sin embargo, es idéntico a un caballo, sólo diferenciándose en la existencia del cuerno mencionado. 
unicornio




 Centauro

En la mitología griega, los centauros (en griego Κένταυρος Kentauros, ‘matador de toros’, ‘cien fuertes’, plural Κένταυρι Kentauri; en latín Centaurus/Centauri) son una raza de seres con el torso y la cabeza de humano y el cuerpo de caballo. Las versiones femeninas reciben el nombre de centáurides.
centauro

 Ninfa

En la mitología griega, una ninfa (en griego antiguo νύμφα) es una deidad menor de la naturaleza, típicamente asociada a un accidente geográfico o lugar concreto, a pesar de lo cual eran designadas por el título de olímpicas, convocadas a las reuniones de los dioses en el Olimpo y descritas como hijas de Zeus. Diferentes de los dioses, las ninfas suelen considerarse espíritus divinos que animan la naturaleza, y ser representadas en obras de arte como hermosas doncellas, desnudas o semidesnudas, que aman cantar y bailar; poetas posteriores las describen a veces con cabellos del color del mar.[1] Se creía que moraban en la tierra: en arboledas, en las cimas de montañas, en ríos, arroyos, cañadas y grutas.[2] Según el lugar que habiten, se les llama Agrónomos (ἀγρονόμοι),[3] Orestíades (ὀρεστιάδες)[4] y Náyades (νηϊάδες).[5] Son muy longevas, pero no necesariamente inmortales.
ninfa

Basilisco

El basilisco (del griego βασιλίσκος basilískos: «pequeño rey») es un ser mitológico creado por la mitología griega que se describía como una pequeña serpiente cargada de veneno letal y que podía matar con la simple mirada, que consideraban el rey de las serpientes. Posteriormente se lo ha representado de diversas maneras siempre con características reptilianas.
basilisco

Arpia

En la mitología griega, las Harpías o Arpías (en griego antiguo Άρπυια Harpyia, ‘que vuela y saquea’) eran hermosas mujeres aladas conocidas principalmente por robar constantemente la comida de Fineo antes de que éste pudiera comerla, haciendo cumplir así un castigo impuesto por Zeus. Esto las llevó a pelear con los Argonautas. En tradiciones posteriores fueron transformadas en genios maléficos alados de afiladas garras, que es como se les conoce popularmente.
arpia

ciclope

En la mitología griega, los Cíclopes (en griego Κύκλωψ Kýklops, plural Κύκλωπες Kýklopes, que viene de κύκλος kyklos, ‘rueda’, ‘círculo’ y ὤψ ops, ‘ojo’) eran los miembros de una raza de gigantes con un solo ojo en mitad de la frente.
ciclope

 Caronte

En la mitología griega, Caronte (en griego antiguo Χάρων Khárôn, ‘brillo intenso’) o 
Carón era el barquero de Hades, el encargado de guiar las sombras errantes de los 
difuntos recientes de un lado a otro del río Aqueronte si tenían un óbolo para pagar el 
viaje, razón por la cual en la Antigua Grecia los cadáveres se enterraban con dos 
monedas en los ojos. Aquellos que no podían pagar tenían que vagar cien años por las riberas del Aqueronte, hasta que Caronte accedía a portearlos sin cobrar.
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Manticora

La mantícora es una criatura mitológica, un tipo de quimera con cabeza humana (frecuentemente con cuernos), el cuerpo rojo (en ocasiones de un león), y la cola de un dragón o escorpión, capaz de disparar espinas venenosas para incapacitar o matar a sus presas. Dependiendo del relato mitológico, su tamaño varía desde el de un león hasta el de un caballo, y su descripción puede incluir o no la presencia de alas.
manticora

Grayas

Las Grayas o Greas (en griego antiguo Γραῖαι Graĩai, ‘viejas’) eran deidades preolímpicas, tres hermanas (algunas versiones cuentan dos) hijas de Forcis, uno de los aspectos del ‘anciano hombre del mar’ (halios geron), y Ceto, por lo que se cuentan entre los Fórcides (siendo a veces consideradas deidades marinas, personificaciones de la espuma del mar). Las Grayas nacieron ya ancianas y con cabellos grises, aunque los poetas las designaban a veces eufemísticamente como «hermosas», y fueron haciéndose más y más viejas.

driade

En la mitología griega, las Dríades (en griego antiguo Δρυάδες druádes, de δρῦς drũs, ‘roble’) son las ninfas de los robles en particular y de los árboles en general.

Surgieron de un árbol llamado «Árbol de las Hespérides». Algunas de ellas iban al Jardín de las Hespérides para proteger las manzanas de oro que en él había. Las dríades no son inmortales, pero pueden vivir mucho tiempo. Entre las más conocidas se encuentra notablemente Eurídice, la mujer de Orfeo y Dafne que fue persiguida por Apolo y los dioses la convirtierón en árbol de laurel.

La tradición tardía distingue entre Dríades y Hamadríades, considerándose las segundas asociadas específicamente a un árbol, mientras las primeras erraban libremente por los bosques
driade

Treant

Un treant es un híbrido entre hombre y árbol, con una piel formada por una gruesa corteza marrón que le hace casi indistinguible de los árboles. Su carácter es tranquilo, pero se puede volver peligroso si se le enfurece. Odian el fuego debido a su piel de corteza. Sus brazos están formados por ramas y sus pies encajan como un tronco de árbol. Tienen también largas hojas que cambian de color durante el invierno, aunque rara vez se caen. Miden entre 4 y 5 metros.


Un treant es un ser inteligente que habla varios lenguajes a parte del suyo propio, además tiene otras habilidades como la de animar árboles y mantenerlos bajo su control. Los treant viven en comunidades pequeñas entre bosques, y no suelen revelarse mientras se hallan en un bosque, aunque se enfurecen si se enciende fuego cerca de ellos o, simplemete, alguien pasa con un hacha. A pesar de este hecho, un treant tiene una naturaleza pacífica.


treant








  silfide


La sílfide es una criatura mitológica fabulosa de la tradición occidental. Este término tiene su origen en la obra de Paracelso, quien las describía como seres invisibles del aire, sus elementales del aire. No hay mitos considerables asociados propiamente con ellas. Dado que la alquimia en Occidente derivó de Paracelso, los alquimistas y sus movimientos anejos (como el rosacrucismo) siguieron hablando de las sílfides en su literatura hermética.

silfide




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